-Señor...tenemos algunos problemas con las promesas de campaña.
-¿Por qué? ¿Se cumplieron?
-No, justamente. Todavía no cumplió ni una.
-¿Y entonces?
-Bueno...deberíamos cumplir alguna antes de fin de año, por lo menos.
-¿Y no cumplí ni una?
-Lo única promesa que hizo que se está cumpliendo es la de las tres tormentas tropicales por mes en la ciudad.
-¡Sí! ¡Soy el dios del clima! Ve mi buen súbdito, no haré llover sobre tí hoy.
-...
-¡Shazám!
-¿Qué hace, señor?
-Quiero ver si puedo tirar rayos. ¡¡¡Shazám!!!
-...
-No funciona...capaz me sale nada más lo de la lluvia. Nos sirve la lluvia ¿no? Puedo hacer que llueva más.
- De hecho, señor, no hay forma de capitalizar la lluvia. Es más bien un problema.
-Pero...para las cosechas.
-¿Qué cosechas, señor?
-¿No hay cosechas en la ciudad?
-Eh...no.
-¿No somos un país agroexportador y eso?
-Palabra clave: país, señor. Estamos en una ciudad.
-Bueno...voy a hacer llover en otro lado. ¡Shazám! ¡Shazám!
-...
-¿Qué te pasa? ¿Estás llorando?
-No señor, me entró una basurita en el ojo.
-Te la sacó con un tornado. ¡Shazám!
